jueves, 3 de noviembre de 2011

El soldado tira de oficio

El partido comenzaba con la siempre importante baja del capitán Carlos Heras. El árbitro no daba crédito cuando se enteró de que no entraba en la convocatoria, al igual que los ‘periodistas’ Fernando Rodríguez y Nacho Wah Chu Pichu. Sin duda, un hándicap importante. Como también lo era nuestro rival, Fico Gestores, campeones hace dos años y subcampeones el año pasado. Un conjunto lleno de jugones de gran talla física y que además se conocían a la perfección, prueba de ello es su continuidad en la competición interna de la universidad. Sin embargo, los chicos de Roberto (ausente hoy por diversas circunstancias) sabían que no podían decepcionar a su presidente Eder, ni a las cheerleaders que junto con Javi de la Red pusieron su granito de arena apoyando al equipo incesantemente. Además, contábamos con tres cambios que nos darían la vida con las rotaciones, más aún cuando el rival iba con lo puesto.


Dio comienzo el encuentro y el dominio de la posesión era total del Fico Gestores. Nuestra estrategia era clara: aguantar los primeros 10-15 minutos sin encajar gol y buscar alguna ocasión a la contra. La defensa formada por Antonio-Casta-Enrique estaba siendo una telaraña para los rivales, que tocaban y tocaban buscando espacios. El plan se estaba llevando a cabo a la perfección cuando un saque de banda nos pilló por sorpresa y con una media vuelta fatídica el delantero rival consiguió batir a Pablo. Sin embargo, el gol no cambiaba la táctica de esperar nuestro momento. Sabíamos que eran superiores a priori pero también sabíamos que tendríamos oportunidades claras. Y así ocurrió: en los últimos minutos de la primera parte gozamos de dos ocasiones solos contra el portero que la mala suerte y quizás los nervios nos privaron de llegar al descanso con un empate en el luminoso.
Ya en el descanso las sensaciones de la plantilla eran muy positivas pese al resultado. Confiábamos en la estrategia y las palabras del presidente fueron muy tranquilizadoras. Así, saltamos a la cancha en la segunda parte con un plus de motivación en pos de conseguir remontar el resultado adverso. Con la introducción de Diego en el carril izquierdo conseguimos profundidad y de sus incursiones por la banda y sus jugadas de combinación con Cristian llegaron nuestras mejores ocasiones. Sin embargo, fue Enrique Puskás el que abriría la lata con un golazo de tacón en el segundo palo, un gol muy celebrado por la parroquia blanquinegra y por el presidente, que luego aseguraría para las cámaras del plus “ya tenemos gol para otro mes”.
Con el rival aturdido y nuestras piernas frescas y enchufadas nos vinimos arriba buscando el segundo gol, siempre atendiendo a las responsabilidades defensivas. El 2-1 llegaría tras una nueva asociación entre Diego y Cristian en ataque que mandaría a la red el killer Cristian tras un pase de la muerte. Y con el rival contra las cuerdas, en otra contra un pase al hueco para Diego lo deja solo contra el portero y el árbitro cobró un penalti discutido por el lugar en el que se hizo la falta. El caso es que el 3 rojinegro se tomaría su venganza convirtiendo la pena máxima y dedicándolo a su cheerleader con un beso a su pulsera que no pasó desapercibido para las cámaras de El Día Después. Se trata además del primer gol en partido oficial del pichichi del curso pasado del Soldado Miembro.
Con el 3-1 en el marcador, el Fico Gestores tiró de orgullo para darle la vuelta a la tortilla. Subieron una marcha y nos costaba llegar. El portero empezaba a tener peso en el juego ofensivo y las ocasiones rivales estaban empezando a llegar con más peligro. En una de ellas por la banda derecha, el delantero acertó a disparar entre las piernas del portero, que consiguió tocarla y el balón acabó cruzando la línea llorando. Si no es por la hostia que se da el arquero contra el poste izquierdo no estaríamos hablando del 3-2. Pero ocurrió, y como la situación estaba convulsa decidimos parar y refrescar ideas. Un tiempo muerto vital para tranquilizarnos y que las aguas volvieran a su cauce. Teníamos que aguantar 8 minutos más y todo se habría acabado, pero aún quedaba un mundo.
De hecho, tras la reanudación encajamos otro gol después de una posible falta y un zambombazo desde la frontal. 3-3 y el partido que volvía a sus inicios. Ellos seguían atacando a saco mientras nosotros nos defendíamos como gatos panza arriba, muy serios atrás. En estos momentos fue cuando más se notó el apoyo de la grada, con gritos de ánimo que nos llegara la fuerza a donde las piernas no llegaban.
Y así, un robo de Chewy atrás y el consiguiente balón al hueco para Cristian lo dejó solo contra el portero, que con una finta a la altura del gran Ronaldo Nazario tumbó al portero y con mucha clase la picó por encima. Un golazo sin dudas. Sin tiempo para la reacción, otro balonazo para Cristian acabó con el hat-trick del jienense. Un gol que llenó de histeria a los rivales, que acudían a las malas artes para intentar picar a nuestros soldados, en especial a Enrique con codazos y palabrería. El partido se tornó más bronco aún y acabaría con un doble penalti anotado por cada equipo: primero ellos el 5-4 y más tarde, en la última jugada del partido, Chewy cerraría la cuenta para el Soldado. Otro set, esta vez con mucho más sacrificio que las otras pero de las que dan más sabor. Sin duda, una de las páginas doradas de este club que no renuncia a nada.
PD: Próxima parada, el viernes a las 16 horas en fútbol 7.

Pablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario